Por: Carlos Urbina

Hace años llegó a mis manos un libro del historiador francés Jean Chesneaux. Su título era tan sugerente que no podía dejar de leerse... "¿Hacemos tabla rasa con el pasado?. Quien haya visto ese título instintivamente se pregunta cómo un historiador podía hacerle tabla rasa al pasado. En una situación similar nos hemos sentido como tributaristas al leer fallos inintelegibles con poco esfuerzo jurídico en su parte motiva. La cumbre de estos fallos está en los relacionados con el CAIR donde incluso hemos leído casos idénticos con resultados distintos (ver fallos). Así las cosas más de uno ha pensado hacer tabla rasa de la jurisprudencia tributaria patria.

Una luz de esperanza llegó con la sentencia de 13 de agosto de 2012, donde uno de los tres magistrados salvó su voto en lo que es la única tinta bien gastada en la larga serie de fallos sobre el CAIR.

En su salvamento el Magistrado Benavides llegó a decir:

"En el presente caso sub iudice, la Administración Tributaria estaba en la obligación ..., y en cualquier caso, llevar a cabo todas las investigaciones pertinentes con el único propósito de establecer la verdad material sobre la declaración de rentas rendida por el contribuyente; esto es, exigir todos y cada uno de los documentos e informes a satisfacción, incluyendo, información sobre el sistema de costeo aplicado ... en fin, llevar a cabo todas las diligencias que fueran necesarias para disipar cualquier duda sobre las pretensiones del petente..."

Agregó el Magistrado:

".. es fácil advertir que, la Dirección General de Ingresos a pesar de contar con las facultades necesarias, no llevó acabo una investigación prolija que arrojara resultados claros y precisos sobre el sistema de contabilidad, especial ..."

Nos complace que sea el Magistrado Benavides el autor de este salvamento, porque ayuda a que sea recordado por este salvamento y que su legado se aleje de los fallos del CAIR de Toledano y de Avícola Athenas. Estos fallos, bajo su ponencia, dieron resultados distintos ante situaciones idénticas. El cambio de posición del Magistrado debe ser seguido por sus colegas de sala porque demostrarían que es dable al sabio juez enmendar sus posiciones, haciendo justicia al contribuyente.

Ojalá, quede en el pasado el viejo argumento consistente en decir que el contribuyente no aportó esto o aquello. Ojalá las palabras de Benavides se escuchen en todos los fallos que de su despacho salgan, Ojalá las palabras de Benavides se escuchen en el Tribunal Tributario, Ojalá las palabras de Benavides se escuchen en la DGI.

Felicitamos al Magistrado Benavides y a quienes redactaron este histórico salvamento.

Lea fallo completo.